domingo, 13 de abril de 2008

Noche oscura del alma

Atribuir la “inteligencia” humana a la obra de dios, me parece una prueba evidente de que dios no existe.
A no ser que se trate de un dios mezquino, malvado o simplemente un chapuzas.
O que nos odiara antes de crearnos, lo que sería más absurdo que la santísima trinidad.
Un ser capaz de crear un universo tan bonito, hubiera hecho algo más apañadito con la inteligencia humana.
Por eso creo que tampoco fue él quien lo creó.

Si no alcanzamos a comprender por qué había carbono, silicio, hidrógeno, etc.,en un fragmento o trozo de metralla hirviendo que viajaba por el espacio y en otros no, tampoco es cuestión de pensar en un ser omnipotente.
Podemos seguir pensando un poco más.
Poco a poco hemos descubierto bastantes cosas de nosotros mismos creo yo...

No me parece prueba suficiente para demostrar la existencia de dios, las cosas de las que no tenemos explicación.
Son demasiadas.
Y además no sería serio que de repente un descubrimiento científico sorprendente, mande al traste la razón de ser de dios.
Con lo que se ha sudado y sufrido haciendo iglesias y catedrales, sería una broma pesada.

El humano desde que lo es, incluso un poco antes, ha tenido miedo a la muerte.
Igual es el instinto de supervivencia unido a esa inteligencia de la que presumen tanto...
El caso es que una forma de mitigar ese miedo, es pensar que la muerte no es el fin, sino más bien un punto y aparte. Y si encima lo que viene después es mejor (cielos paraísos, etc.) vamos, ni Steven Spielberg y Julio Verne juntos lo hubieran pensado mejor.

Por otro lado, es eficaz para tener a las masas controladas.
Cuanta más gente se sienta vigilada por un dios que está en todas partes, mejor. Y si creen que aun sin haber sabido nada de él en esta vida, le tendrán que rendir cuentas en otra, mucho mejor.

Aún así no es suficiente. Con todas las religiones que hay, con todos sus dioses vigilantes, el humano sigue matándose por las calles.
No solo en grandes guerras entre sociedades enteras. En el seno de un pueblo pequeño o un barrio donde se conocen todos, sigue habiendo navajazos, martillazos, violaciones, bofetadas y hasta insultos...

Igual si dios castigase a los hombres en esta vida, clara y visiblemente, cambiaría algo. Pero claro, a los que castigan guiados por la mano de dios, se les ve el plumero desde lejos. Seguro que os viene a la cabeza algún caso.

Así pues, me gustaría hablar de la importancia o la necesidad de que exista dios.
Por supuesto, es mi opinión y lo digo con todo el respeto hacia los lectores de este blog, y con el mínimo o ningún respeto hacia las distintas religiones.
Algunas son sectas directamente, otras son excesivamente represoras, desde otras se me ha faltado al respeto gravemente. En cualquier caso desde el respeto a las personas que han caído o conviven con ellas, a mi no me merecen el mas mínimo respeto.

Uno de los factores importantes, o chantajes emocionales que me han intentado transmitir para que crea en dios, es el divino y preciado don de la vida, del cual disfruto desde que nací. Otro es el paraíso que me tienen preparado en otra vida.
Sin embargo por mi experiencia vital he llegado a unas percepciones muy distintas de las que me intentaron trasmitir.

Primero, la vida no me parece un preciado don, sino una maldita desgracia. Mejor dicho, una maldita cadena de desgracias, en la que de vez en cuando hay un eslabón más o menos agradable.
Por lo tanto, si la vida se la debiera a un dios, y ese dios me escuchara, le diría que repudio la vida. Que no le debo nada, yo no la pedí y que está a su entera disposición para cuando tenga a bien llevársela y metérsela por su divino culo.

En segundo lugar, entiendo que si existiera dios, no tuvo oportunidad de preguntarme si quería vivir o no. Además yo tampoco hubiera sabido contestar al no haberlo probado.
Pero ahora sí estoy en situación de decirle que si de verdad existe un Cielo, o como se le quiera llamar, para disfrutar eternamente después de esta vida, que no cuente conmigo.
Ya he tenido más que suficiente.
No me apetece ni probar otras preciadas vidas y mucho menos si van a ser eternas.

Mirando hacia atrás en mi vida, por supuesto que encuentro recuerdos y sensaciones de bienestar. Muchos simplemente se deben a la ausencia de dolor.
Pero si sigo echando hacia atrás, hay un periodo con ausencia de dolor, ausencia en general y se podría decir que eterno... me refiero a antes de nacer.

Cuando me muera, me gustaría alcanzar de nuevo ese estado. Sin juicios finales, ni segundas oportunidades.

Ya que “pienso luego existo”, puedo hacer muchas cosas, pero sinceramente, el simple hecho de existir, no me parece interesante.

Y desde luego, si por los avatares en el transcurrir de esas vidas puedo acabar condenado eternamente en el infierno... por favor, que me quite la vida cuanto antes, ahora que todavía no he hecho nada grave, y que me deje disfrutar de la inocua inexistencia.